A veces se pone en tela de juicio el hecho de dar tiempo en cantidad o en calidad a los hijos. El cumplir en todos los ámbitos laborales y hogareños no es nada fácil, tener que faltar a juntas en el colegio, no estar junto a los hijos mientras hacen tarea o no poder ayudarlos a estudiar por estar trabajando son sacrificios en donde se decide con el corazón desgarrado por “preferir” ir a trabajar porque sabes que llevaras dinero a casa para sustentar las necesidades de los pequeños.
No te sientas culpable por no estar con ellos y por perderte las risas y los juegos que pudieran hacer juntos, los padres no podemos renunciar al derecho de serlo. PERO OJO los niños tienen derecho a ser cuidados y queridos por su mamá. Procura estar presente, abrirte un tiempo para ellos. Es difícil, pero todo cobra sentido cuando llegas a casa y ves su sonrisa, sientes su abrazos, compartes la mesa… a pesar de todo lo que tuviste que lidiar en ese día para cumplir tu objetivo, estás a su lado para hacerles saber que están seguros y protegidos contigo.
La mejor lección de vida que me enseñaron mis padres, que por cierto, no obtuvieron de los suyos los estudios superiores, fue que todos tenemos un libre albedrío y que gracias a eso decidí superarme, prepararme, ver al frente y hablar de ellos tan orgullosa de haberme enseñado con sus valores la realidad de la vida.
¿Cómo te organizas tú? ¿Eres una mamá que trabaja? Queremos saber tu historia, ¡escríbenos!
"No importa cuánto tardes en llegar a la meta, lo importante es que llegues..."
DIANA VARGAS