Creo que el dolor es algo de lo que nos enseñan a huir desde niños. Nuestros papás trataron a toda costa de evitarnos dolor, tristezas y decepciones, ¿para qué? Ahora en la adultez no podemos reaccionar afablemente ante una situación difícil por la sencilla razón de que nunca aprendimos cómo. Y me he dado cuenta de que el dolor no es algo tan malo, no es algo de lo cual debamos tener miedo. El dolor existe para ser sentido. Y eso es lo que te quiero decir hoy. ...
Si vas a apagarte, ¡apágate por completo! Si vas a llorar ¡llora desde lo profundo de tu alma! Experimenta el dolor, acepta lo que te duele y por qué te duele. Enójate fuerte, siente el sabor amargo de la decepción, de la traición, de la desilusión. Siéntelo al extremo, exprime todo el dolor...
Y entonces SÁCALO.
Tienes que levantarte, porque puedes. No tienes que dar ninguna explicación, solo levántate. Saca el dolor que traes, como sea, llorando, escribiendo, gritando, pintando, escuchando música, haciéndola... encuentra la manera, pero sácate este veneno del alma, para que entonces, puedas ser libre.
Habrá días buenos, pero si estás en algunos días malos quiero decirte que la único que puede sacarte de ahí eres tú misma. Nadie tiene el poder para hacerlo, no hay libros, ni consejos ni hombros que te puedan solucionar la vida, todo depende de TI.
No voy a decirte que la luz está al final del camino, porque la luz está en ti, solo es cuestión de que la enciendas.
POR BRENDA CHANTES.