El otro día estaba viendo en la televisión la caricatura de Charlie Brown, y en el episodio, Linus perdía su mantita, mientras que todos le decían que ya no se preocupara y comprara otra, él solo pensaba que la mantita era más que sólo eso, era una parte de él que estaba a su lado y sobre todo era parte de su esencia.
Pensé precisamente en que depositamos en cosas parte de nosotros. En mi caso yo tengo a un maravilloso pug, llamado Mushoo, que sin darme cuenta se volvió una parte tan importante en mi vida, es esa pequeña cosa que vuelve mi vida más feliz porque es solo mía, es como aquella parte que puedes amar y que con tan solo una pequeña acción te demuestra todo su amor. Y no es por el hecho de ser un perro, es por cómo me da su cariño incondicional, sin prejuicios y sin esperar nada a cambio. Me quiere por como soy, tal cual. Mi perrito se volvió como mi escape, es aquello que me calma, me deja escaparme del mundo y mis problemas y entro a una realidad en el que solo estoy calmada y puedo solo ser feliz.
Creo que todas las mujeres necesitamos este aspecto en nuestras vidas, un pequeño escape de todo, algo que nos calme, algunas tendrán una manta, otras un oso, una almohada, etc., pero para todas representa lo mismo, es aquella cosa que es solo nuestra de nadie más y que con tan solo tenerla en nuestras manos nos tranquiliza.
Por que como mujeres vivimos en un mundo en el que tenemos tantas ideas, proyectos, pensamientos, preocupaciones y hasta promesas en nuestra cabeza, y estos pequeños breaks junto a aquello que amamos o que nos hace sentirnos nosotras mismas, es lo único que necesitamos para seguir día con día.
Así que si no tienes ese pequeño escape o cosita que hace que te recuerde a ti misma, búscalo, y cuando lo encuentres disfrútalo día con día, porque esto hará que estés más tranquila y no dejes que el mundo te coma.