"La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre para que se desarrolle." -María Montessori | Por: Erika Frías |
Como decía la italiana María Montessori, el niño, con su enorme potencial físico e intelectual, es un milagro frente a nosotros. Este hecho debe ser transmitido a todos los padres, educadores y personas interesadas en niños, porque la educación desde el comienzo de la vida podría cambiar verdaderamente el presente y futuro de la sociedad. Hace más de cien años, María se dedicó a desarrollar un método de enseñanza en el cual el niño se sintiera libre de decidir, ser y actuar. Desde entonces, instituciones escolares y muchas familias han adoptado sus ideas para formar a los niños. Ideas que van desde la mejora del ambiente de juego y aprendizaje, la observación de su avance y la fomentación del auto-aprendizaje que libera naturalmente el potencial de cada niño. Este modelo educativo enseña a los adultos a enseñar y con esto a tener claro que el desarrollo del potencial humano no está determinado por nosotros.
No sé cuántas de ustedes estén empapadas de este (nada nuevo) sistema de educación infantil. Me ha dado últimamente por ponerme a investigar sobre este tema que cada vez me envuelve más. Y es que tratándose de niños, cualquier actividad, manualidad, cuento qué contar o juego qué inventar me entusiasma muchísimo. Tengo en casa un pequeñín que se ha convertido en mi mejor amigo. Seguramente como a mí, te ha de sorprender la capacidad y rapidez con la que un niño no mayor a cinco años crece. No sólo físicamente, sino emocional y mentalmente. Me hace pensar que aunque no sea su mamá, me siento con la responsabilidad de promover y apoyar su desarrollo, puedo imaginar cuánta más emoción y dedicación has de empeñar siendo mamá. Por eso me propuse buscar 15 actividades que puedes hacer en casa para motivar, fomentar e impulsar a tus pequeñitos. ¿Lo mejor? Que cada actividad requiere materiales nada complicados y que puedes encontrar en tu casa, como frasquitos, tapas, tela, pinzas de ropa y demás. ¿Lista? ¡Toma nota!
- Toma algunos botones, agujetas y ganchos. Fabrica con estos elementos, por ejemplo, algún conejo y una zanahoria, sujétalos juntos usando un cordón o un gancho y ofrécele al niño "darle la zanahoria al conejito". Para poder hacerlo, el niño primero tendrá que encontrar la manera de separar los dos objetos.
- Usa unas revistas o unos periódicos viejos. Puedes romperlos en tiras o pedazos, así se desarrollan la correlación de movimiento de la mano y el agarre. Pero primero le tienes que enseñar cómo hacerlo bien: agarras la hoja con los dedos de las dos manos y luego la estiras a diferentes lados. Al final, puedes lanzar las piezas con las palabras: “¡El otoño ha llegado!”, y luego recoger los pedazos juntos.
- En un vaso de plástico alto o una jarra con agua, pídele al niño que meta diversos objetos pequeños: nueces, granos, tuercas, objetos de plástico, corchos, bolitas de papel de aluminio, etc. Mientras que el bebé echa los objetos uno por uno al agua y dile que observe cuáles de ellos se hunden, le puedes ir explicando el concepto de ”pesado/ligero“.
- Con al menos tres recipientes de diferentes diámetros y sus tapas, deja que el bebé seleccione la tapa correcta de cada recipiente. También puedes apilar los recipientes uno dentro del otro.
- En un recipiente de plástico con agua, una gota de jabón líquido y un batidor. Deja que el bebé “bata“ la espuma.
- Consigue un imán (preferiblemente de mayor tamaño) y objetos distintos (metálicos y no). El bebé va a comprobar cuáles de ellos se pegan al imán.
- Una pequeña caja sin tapa y pinzas de la ropa. Si el bebé es muy pequeño, sujeta las pinzas de la ropa por el perímetro de la caja, para que él las vaya quitando. A los más grandes también les puedes enseñar cómo abrochar las pinzas en la caja.
- Sienta al bebé en una silla, y esparce sobre la mesa la harina, deja que cree dibujos ya sea con un dedo, un palito o un cepillo.
- Una bandeja, harina y frijoles, un tamiz. Deja que el bebé encuentre los frijoles escondidos en la harina y los ponga en un frasco.
- Un frasco con varios agujeros en su tapa: a través de ellos puedes echar adentro botones, perlitas, bolitas de goma o cualquier otro objeto pequeño.
- Ensartar en un cordón cualquier objeto que tenga un agujero.
- Origami. Doblar, romper y manejar el papel desarrolla la destreza manual y la motricidad fina del bebé. Al mismo tiempo, el origami desarrolla la imaginación espacial, enseña a hacer diseños y fomenta la creatividad.
- Unas perlitas, una ranura (la puedes hacer de una manguera) y un plato. Usando la ranura baja las perlitas al plato. Puedes hacer una competencia con el niño: cuál perlita llegará más rápido al plato.
- En una bolsa guarda de 8 a 10 objetos que el bebé ya conozca (una cinta, un lápiz, un peine, un juguete, etc.). Él debe sacar con los ojos cerrados los objetos de la bolsa, uno por uno y nombrarlos. A continuación, puedes complicar la tarea un poco: agrupa los objetos según la primera letra de su nombre. De esta manera el bebé desarrolla sus sensaciones táctiles y al mismo tiempo aprende a identificar las letras del alfabeto y a distinguir los sonidos en las palabras.
- Toma algunas botellas, tarros, frascos de diferentes tamaños, quítales las tapas, mézclalas y ofrécele a tu niño escoger las tapas adecuadas para cada envase y taparlo de nuevo.
- Derrama agua y luego invita a tu hijo a que limpie y seque el piso junto a ti.
- Toma trapos de direfentes texturas -seda, algodón, lana-. Habla con el niño sobre esto: cómo se sienten los trapos, si son ásperos, suaves, resbaladizos, etc. Sugiérele que elija pares de texturas similares.
- Necesitarás 2 platos, una esponja y una regadera para el jardín (incluso lo puedes hacer mientras se baña). Vierte agua en un plato y juega con el bebé a llevarla al otro plato (absorber con la esponja el agua del primer plato, exprimirla en la regadera, repitir esto hasta que el primer plato esté vacío y luego llenar el segundo plato usando el agua de la regadera).
Fuente: Los padres modernos, genial.guru
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